La aterosclerosis, el infarto de miocardio y el ictus son algunas de las complicaciones de la hipertensión arterial.
¿Qué es la hipertensión?
La hipertensión es un problema cardiovascular que se produce cuando el transporte del flujo sanguíneo a través del cuerpo se ve alterado de alguna manera. Los principales motivos son el estrechamiento o la obstrucción de las arterias. Con espacios reducidos para el paso de la sangre, el corazón tiene que hacer más esfuerzo para bombearla, lo que aumenta la presión arterial.
Al principio, esto no causa grandes daños, pero, con el tiempo y el esfuerzo repetido, el cuerpo empieza a responder en forma de enfermedades graves, derivadas de la hipertensión. En otras palabras, las alteraciones del flujo sanguíneo pueden afectar negativamente a otros órganos y funciones del cuerpo. Los riñones, el corazón y el sistema nervioso central son los que más sufren las consecuencias de la hipertensión.
Lista con las principales consecuencias de la hipertensión:
Aterosclerosis
La aterosclerosis se debe a la concentración de placas de grasa y otras sustancias en las paredes de las arterias. Estas grasas pueden desprenderse y entrar en el torrente sanguíneo, extendiéndose por todo el cuerpo y formando coágulos de sangre.
Hay casos en los que la enfermedad no presenta ningún síntoma, pero los signos de aterosclerosis pueden ser muy claros. La falta de aliento y la fatiga cuando la persona hace cualquier esfuerzo físico son algunos de ellos. Además, el dolor en las piernas, que mejora con el reposo, merece la atención de un médico. Estos síntomas son más frecuentes en las personas mayores, los diabéticos y las mujeres.
Ataque al corazón
El infarto de miocardio o ataque al corazón es una de las consecuencias más graves de una presión arterial descontrolada. El infarto se produce cuando se interrumpe el flujo sanguíneo en una parte del corazón. Esto ocurre porque las arterias se endurecen y se estrechan, afectando al transporte del flujo sanguíneo.
Al principio, el individuo siente un dolor en el pecho o una molestia que puede extenderse a la espalda, el hombro, el cuello o la mandíbula. La sensación puede parecerse al malestar de la acidez de estómago. Suele ir acompañado de otros signos, como palidez, sudor frío y dificultad para respirar.
¿Qué hay que hacer?
Si sospecha que una persona sufre un infarto, lo primero que debe hacer es llamar a los servicios de emergencia (llamar al 192, 193 o 190). Una ayuda rápida puede ser decisiva entre la vida y la muerte en estos casos. Otra cosa que puedes hacer es evitar que la persona haga cualquier tipo de esfuerzo y afloje su ropa.
Accidente vascular cerebral – Derrame cerebral
Popularmente llamado ictus. En todo el mundo se considera la enfermedad que más incapacidad provoca: el 70% de las personas no pueden volver al trabajo y el 50% necesitan a otras personas para las actividades cotidianas.
El ictus se produce cuando hay una interrupción o reducción drástica del suministro de sangre al cerebro, lo que afecta a la llegada de oxígeno y nutrientes a las células. También puede ocurrir que se rompa un vaso sanguíneo, provocando una hemorragia en el cerebro. Esto se denomina ictus hemorrágico y suele estar relacionado con la hipertensión arterial.
La presión arterial afecta directamente al flujo sanguíneo del cerebro, por lo que las personas con hipertensión son más propensas a desarrollar el problema. Los principales síntomas son la debilidad y la pérdida de sensibilidad en un lado del cuerpo, la pérdida de visión, la dificultad para hablar y los cambios motores.
¿Qué hay que hacer?
Los expertos recomiendan que, si se sospecha que alguien tiene este problema, se haga la prueba SAMU. La prueba consiste en pedir a la persona que realice algunas acciones sencillas. Aprenda a hacerlo.
· Sonríe: pide a la persona que sonría. Si tienen la boca torcida, es un signo de apoplejía.
· Abrazo: la persona que sufre un ictus tiene dificultades para levantar ambos brazos.
· Música: es difícil cantar, porque el habla suele ser arrastrada.
· Urgente: si la persona no ha realizado las tareas anteriores, llame inmediatamente al SAMU o a otros servicios de emergencia.
Insuficiencia cardíaca
La insuficiencia cardíaca es otro problema causado por la hipertensión. Se produce debido al mayor esfuerzo que debe realizar el corazón para bombear la sangre a través de unas arterias más duras y estrechas. Como afecta directamente al músculo cardíaco, se considera una de las principales causas de muerte entre las personas con hipertensión arterial.
A medida que se desarrolla este trastorno crónico, la sangre puede acumularse en otras partes del cuerpo, lo que dificulta la oxigenación de las células.
Los síntomas más comunes son: fatiga, sensación de debilidad, dificultad para respirar, inflamación de las extremidades, problemas de sueño, entre otros.
Diabetes
¿La diabetes es una enfermedad causada por la hipertensión o la hipertensión causa la diabetes? En realidad, una puede causar la otra.
Así es, los niveles de azúcar no controlados afectan a la salud arterial, al flujo sanguíneo y pueden impedir el paso de la sangre al corazón. Por otro lado, la presión arterial alta afecta al metabolismo y puede disminuir la capacidad de la sangre para convertir los azúcares en una fuente de energía.
Trastornos renales
Los riñones son órganos que afectan y se ven afectados por la hipertensión arterial. Esto sucede porque el corazón y los riñones van de la mano, y todo lo que daña los vasos sanguíneos del corazón también llega a los riñones. Funciona así: la hipertensión arterial afecta a las arterias renales, provocando daños en la capacidad excretora del órgano. Cuando los riñones no consiguen eliminar el exceso de volumen de sustancias de la sangre, la presión arterial aumenta aún más.
¿Cómo prevenir la hipertensión arterial?
Como la mayoría de los problemas, la hipertensión puede prevenirse. Para ello, es necesario cambiar el estilo de vida. Con una dieta equilibrada, rica en nutrientes y sin sal, es posible prevenir y controlar la hipertensión arterial. También es importante practicar actividad física y evitar las bebidas alcohólicas.
Ah, no olvide que es necesario medirse la presión arterial al menos una vez al año, aunque no le hayan diagnosticado hipertensión.